miércoles, 19 de febrero de 2014

Maestro de Maestros



Maestro de Maestros
Ante la escandalosa realidad venezolana donde los ciudadanos luchan en la calles por la libertad de vivir como desean y no bajo el terror del neo fascismo tropical culpable del saqueo sostenido a nuestra nación, corroyendo cualquier atisbo de institucionalidad y espacios libertarios ha muerto el gran Simón Díaz.
En la decadencia venezolana, ante la arremetida del sátrapa y sus esbirros ignominiosos, el Tío Simón nos recuerda las mejores caras de la venezolanidad. Porque Simón dibujó en melodías y tonos los paisajes del llano, del olvido, de la bahía de Pampatar, sublimó nuestro país.
Su eterna y sutil voz llena de la esencia de lo nuestro, nos enseñó a querernos mejor y más bonito. No solo es un gran músico, un enorme poeta, es el gran etnógrafo de algunas caras de la venezolanidad. Su compresión clara de nuestras cualidades de ser  es, me atrevo afirmar en ocasiones, total.
Hilando fino entre nuestra tradición y el planteamiento de nuevos horizontes, como el gran artista que fue, universalizó lo local.
Sobre todo Simón Díaz es un gran poeta. Gracias Tío Simón, mil gracias.
Y es precisamente estas dimensiones de nuestro ser lo que los venezolanos queremos construir y re construir, por razones como Simón Díaz luchamos a diario, y la lucha de hoy día en Venezuela, es por razones como las de este gran trovador.
Por construir condiciones de creatividad en nuestro pueblo, donde Simón Díaz pueda suceder infinitas veces.
Hasta pronto Maestro de Maestros, te agradezco todo lo que hiciste por nuestro país, por la belleza y por el mundo.
“Había una garza mora dándole combate a un río”
Francisco Calderón Alcalá.

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