¿La última
Universidad? Actualizado
Todos sabemos que cualquier ciudadano con un trabajo
intermitente e informal gana varias veces más que un profesor universitario,
mejor dicho cualquier ciudadano gana mejor que un profesor universitario.
Profesor formado durante toda su vida que ha dedicado sus horas buenas y malas
a convocar el conocimiento para reproducirlo y trasmitirlo a mentes frescas
dispuestos a mantener esta institución humana que es la formalización del
aprendizaje riguroso y la búsqueda de las complejidades del mundo humano y físico.
La universidad en Venezuela se ha erigido
históricamente como espacio y escenario
de luchas encarnadas por los horizontes que debe tener el Estado y un poco más
sutil la sociedad venezolana. Sabemos que los destinos de una sociedad no
pueden ser decretados, a diferencia de
los Horizontes del Estado que pueden ser
dibujados. En algunos momentos las Universidad fue nicho de fundamentalismos
políticos, sin embargo si hacemos un balance histórico más allá de las formas,
podemos decir, que su ontología es libertaria y anti-hegemónica, las experiencias históricas con cualquier
gobierno lo sustentan.
A pasar de las crisis sutiles en la naturaleza del
conocimiento que algunos nominan como la crisis ontológica del conocimiento
moderno o de la universidad decimonónica. Las casas de estudio venezolanas aun tienen
retos más “banales” o concretos que las contradicciones epistémicas, etc.
El riesgo a la ruptura y arrase de los pequeños espacios de
institucionalidad creados históricamente
por los venezolanos, por un movimiento que su naturaleza de ser, estar y hacer
es autoritaria y con vicios totalitarios. Los universitarios tenemos 15 años en
amenaza total.
Ya las condiciones objetivas dictan como hemos sido
desgastados por las dificultades concretas, un estudiante con la beca paga 6
almuerzos al mes, un profesor contratado con su sueldo solo paga el condominio
de su edificio, en caso ser sortario y
tener casa propia, si no, ni hablar.
Por tanto podemos sostener que la Universidad venezolana,
junto a una brava sociedad en resistencia atomizada mas allá de las elecciones,
es el símbolo de la libertad que nos separa del terror de un Gobierno-Estado
que su naturaleza es destructiva, delincuencial, corrupta y con vicios
totalitarios tomados prestados por el pragmatismo de su líder histórico a unas
izquierdas ortodoxas que sufren de su diagnóstico principal: un brutal falsa
conciencia, son víctimas de su propia evaluación sobre los hombres.
Hoy salimos de ciertos respiros, que supusieron decisiones
colectivas que sobrepasaron la atención nacional a la universidad. Hoy que los
universitarios volvemos a estar en una encrucijada que determinara los caminos
de la nación. Las casa de estudio se han ido a paro por no poder sostener el deterioro
de una económica y condiciones objetivos imposibles para la creatividad,
investigación, etc. Por el acecho de los cazadores de rapiñas, unos estudiantes
se va a huelga de hambre, otros caminamos por la lucha activa de calle, pronto,
muy pronto llegara el momento de jugárselas todas ante el avance inquisidor
contra el pensamiento libre.
Llegará el momento de lucha contra nuestra versión roja de
“Muera la inteligencia” “Viva la muerta” endulzada con la informalidad del
trópico pero de la misma naturaleza.
La imagen: Un joven
afecto al régimen restregando una y otra vez una pancarta reivindicativa
salarial por sus bolas frente a tres mil personas protestando por las
Condiciones Univeritarias.
Criminalización de la protesta, persecución sistemática,
grupos encargados internamente de ser un “Gran hermano” dispuesta a desatar el
terror ante la voz de la disidencia, ante la voz de lo diferente.
Hoy los universitarios como símbolo, pero toda la sociedad
venezolana tiene ante sí una encrucijada histórica en la defensa de lo
diferente, de la disidencia, del pensamiento libre, de la posibilidad de
construir una sociedad en armonía con las mejores caras de nuestras
tradiciones, cultura. Con potencias de transformación, con una premisa
fundamental, el respeto al otro absoluto y la libertad de disentir en lo que
desees.
Ya algunos universitarios no pueden pensar en ir a la
universidad solo a formarse en alguna disciplina, porque esta amenazado
precisamente la condiciones del ejercicio de nuestra disciplina, no habrá un
marco del ejercicio profesional.
Hace pocas horas los profesores de la APUCV en una consulta han decidido ir a paro indefinido. A pesar de las serias diferencias que encuentro en esa decisión y estrategia de lucha, es una gremio autónomo y con numerosas razones para tomar tales resoluciones.
Ahora nos queda recorrer toda nuestra geografía informando,
dando clases en nuestras calles, con nuestros ciudadanos, denunciando la
inquisición de la que somos objeto y defender los espacios de nuestra
universidad realizando actividades de formación, información y diagnostico de
nuestra realidad. A pesar del paro , debemos
estar despiertos en la calle, en nuestros jardines, recorriendo nuestras ciudades y barrios
revelando la persecución a la universidad.
Les recuerdo a los ciudadanos de esta republica que algunos
decidieron estar del lado de los opresores otros del lado de los oprimidos,
unos una causa ignominiosa, otros una causa justa y libertaria.
Francisco Calderón Alcalá-
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